6.3.08

5. Cerro Condor - primer tramo







Jueves 06 de Marzo. Salimos rumbo a Cerro Cóndor, un pueblito del que teníamos muy pocos datos, no figura en los mapas. Cuenta con 86 habitantes. La salida fue algo complicada, a los 2 km se me pincho la rueda, estábamos cerca, así que hicimos dedo con la rueda sola, fuimos a la gomeria, hicimos el arreglo y volvimos... a los pocos metros otra vez, el problema no estaba arreglado, le quedo una astilla a la cubierta... otra vez... a la gomería, para esto ya era el medio día. Sabíamos que el tramo a Cerro Cóndor era largo y teníamos previsto acampar a mitad de camino. Después de 2 ó 3 horas de pedaleo buscamos un lugar para preparar el almuerzo en algún lugar con sombra. Encontramos el lugar ideal, al lado del río, bajo una arboleda. Goyo al fin pudo lavar sus medias, era un lugar para quedarse a pasar el día. Pusimos a hervir unos fideos en el wok, un consejo... cuidar que no sobresalgan del recipiente porque se prenden fuego, es así que bautizamos a esos fideos: "fosforitos". , el tiempo que perdimos era irrecuperable, ya no teníamos dudas que íbamos a acampar en cualquier lugar. Los paisajes son hermosos por esos lugares. Todo iba bien hasta que nos dimos cuenta que nos faltaban las varillas de la carpa; Ricardo se volvió 10 km hasta el lugar donde almorzamos, fue en vano porque no las encontró. Cuando volvió ya estaba oscuro. La carpa iglu era imposible armarla sin las varillas. Nuestro humor cambio y empezamos a sumar dificultades, ya no se veía, no teníamos el río cerca, necesitabamos agua para cocinar, y no sabíamos como íbamos a dormir. Vimos un campo, entramos, salio una señora asustada, no nos quizo ni siquiera dar agua, nos dijo que había sequia, pero que encontrariamos un ramal que desemboca en el río a 2 km, caminamos y no encontramos más que arroyos secos. Fue un momento difícil, estábamos en el medio de la nada, de noche, cansados, con hambre, y sin saber que hacer, mientras se nos ocurría algo caminamos. Pasó una camioneta, venían de Trelew a arreglar un desperfecto eléctrico en Paso del Sapo. Ellos nos dieron algo de agua, pero tenia gusto a nafta. Tratabamos de encontrar el cauce rel río, nos guiamos por el gps para ver en que momento estaba más cerca del camino, en tramos estaba a varios km, tratabamos de oir tambien el ruido del agua, y fue así que como a las 2 am escuchamos algo. Tal situación no quitaba que era una noche única en la Patagonia, nunca había visto un cielo estrellado así... la verdad que a pesar de la situación disfrutaba de todo. Paramos en ese lugar y con Ricardo salimos del camino y caminamos en la oscuridad rumbo al río unos 50 metros, Goyo se quedó cuidando las bicis. Era una sensación extraña ir avanzando en medio de la nada, sin saber si había barranco o cualquier cosa, solo teníamos linternas. Por suerte estaba bajo el río ahí. Igual nos dimos flor de susto porque encontramos pisadas recientes que salían del agua, eran de humano, sacamos agua rapidito y volvimos. Intentamos armar con lo que pudimos la mitad de la carpa, sin la cubierta, la verdad que estábamos tan cansados que solo hicimos unas sopas... eso sí esa noche dormimos con hacha y cuchillo entre los dientes, nos quedó una sensación extraña con aquellas pisadas. La oscuridad era total, y el cielo parecía que se iba a caer de estrellas, pero lo que si callo fue un metorito enorme que dibujó una larga estela.

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